El Futuro de la Red Eléctrica: Hechos vs. ficción
Entre los titulares sobre apagones en Europa, la creciente demanda de centros de datos impulados por IA y el rápido auge de los vehículos eléctricos, hay una realidad que está pasando desapercibida: la industria se ve obligada a evolucionar más rápido de lo que está preparada.
La más reciente Encuesta Pulse de Doble Engineering revela cómo las brechas en la fuerza laboral y en la tecnología están convergiendo, lo que amenaza con superar la capacidad de las empresas de servicios públicos para modernizarse de forma confiable y a gran escala.
Para entender qué está frenando el progreso, Doble encuestó a profesionales del sector energético y de servicios públicos, revelando dónde fallan las suposiciones más comunes y qué indican los datos sobre las acciones que los líderes del sector deben tomar a continuación.
Mito n.° 1: «Hemos resuelto el desafío de modernización de la red».
Hecho: El setenta y tres por ciento de los encuestados afirma que satisfacer la demanda energética es uno de sus principales desafíos.
No hay duda de que las empresas de servicios públicos están haciendo avances, desde los esfuerzos de digitalización hasta la integración de energías renovables y las actualizaciones de la red eléctrica. Más de la mitad (51%) informa que la modernización de las operaciones ya es una prioridad y un tercio (33%) está abordando activamente la integración de las energías renovables.
Pero ese progreso se está produciendo en un contexto de creciente tensión. El sesenta y tres por ciento todavía cita el envejecimiento de la infraestructura como una preocupación clave.
Muchos sistemas fueron construidos para otra época y ahora deben soportar cargas mayores y nuevas tecnologías para las cuales no fueron diseñados.
El problema no es la falta de esfuerzo. La cuestión es si ese esfuerzo puede escalar lo suficientemente rápido para afrontar lo que viene.
Mito n.° 2: «Estamos abordando de forma efectiva el problema de la fuerza laboral».
Hecho: El noventa y ocho por ciento de los encuestados informan desafíos con la contratación y retención.
La crisis de la fuerza laboral no se avecina, ya está aquí. Casi el 70% de los profesionales citaron la escasez de fuerza laboral y la falta de capacitación como desafíos clave. El dieciséis por ciento indicó que se están enfocando en mantener a su personal actual comprometido, lo que revela que incluso retener a trabajadores capacitados se está volviendo más difícil.
Estas brechas ya están frenando el progreso. Ya sea para digitalizar las operaciones de las subestaciones, implementar el mantenimiento predictivo o ampliar sus energías renovables, nada de esto es posible sin una fuerza laboral capacitada y estable.
Incluso las tecnologías de red más sofisticadas dependen de contar con personal capacitado para implementarlas y gestionarlas.
Mito n.° 3: «La IA resolverá nuestros problemas de eficiencia».
Hecho: El setenta y tres por ciento está bajo presión de los líderes para adoptar la IA, pero la adopción está superando la preparación.
El impulso hacia la IA y la automatización es real. Los profesionales del sector energético sienten la presión de implementar automatización, análisis predictivo y herramientas de aprendizaje automático, que prometen mayor confiabilidad, eficiencia y conocimiento. En la encuesta, el 41% clasificó la automatización como la tecnología emergente de mayor impacto y el 33% identificó el análisis predictivo como un impulsor principal de las mejoras en eficiencia.
Sin embargo, el entusiasmo no es sinónimo de preparación. La IA generativa, la IoT, el 5G y las tecnologías en la nube tienen un gran potencial, pero aún se encuentran en etapas tempranas de adopción. La tecnología por sí sola no impulsará la transformación. Lo que marca la diferencia son las personas que saben cómo implementarla, adaptarla y aprovecharla.
Mito n.° 4: «Tenemos tiempo para resolver esto».
Hecho: La fuerza laboral de la red eléctrica está envejeciendo rápidamente y las brechas se están ampliando.
El desafío de la fuerza laboral no se limita a las dificultades de contratación actuales; se trata de sustentabilidad a largo plazo. Casi el 40% de los profesionales de servicios públicos encuestados tienen 55 años o más y muchos de ellos están cerca de jubilarse.
Si no se toman medidas ahora para capturar el conocimiento institucional y formar la próxima generación de talentos, las empresas de servicios públicos enfrentan un riesgo creciente de brechas operativas.
Mientras las empresas de servicios públicos trabajan para adoptar la IA, modernizar la infraestructura e impulsar la innovación, no pueden permitirse el lujo de perder la experiencia que mantiene la red en funcionamiento hoy en día. La transformación de la fuerza laboral no es una prioridad a futuro. Es un camino crítico hacia la resiliencia hoy.
Lo que los líderes de las empresas de servicios públicos deben hacer ahora
El camino a seguir consiste en actuar de forma más inteligente. Para cerrar la brecha de preparación y satisfacer la creciente demanda, los líderes de las empresas de servicios públicos deben enfocarse en tres prioridades clave:
1. Ampliar la modernización para incluir los factores de riesgo que se han pasado por alto
Si bien las empresas de servicios públicos se centran en la modernización y la integración de energías renovables, pocas están abordando habilitadores críticos como los datos y el análisis, que sustentan el diagnóstico de la red, la previsión y la resiliencia.
Solo el 20% de los encuestados identificaron los datos y el análisis como una brecha clave en las habilidades, pero esta capacidad es fundamental para gestionar el rendimiento de la red en tiempo real y responder a los crecientes eventos climáticos extremos. La construcción de la resiliencia de la red comienza con el desarrollo de las capacidades analíticas y operativas adecuadas detrás de escena.
2. Reducir la brecha entre la adopción de IA y la preparación operativa
La encuesta muestra que la adopción de IA se está acelerando y el 73 % de los profesionales informan que sienten presión del liderazgo para implementarla. Pero el entusiasmo está superando a la ejecución.
Tecnologías como el análisis predictivo, la automatización, la IoT, el 5G y la IA generativa muestran un gran potencial, pero muchos equipos carecen de hojas de ruta estructuradas para escalarlas e integrarlas de manera efectiva.
No se trata de implementar las herramientas más llamativas, sino de desarrollar los procesos, habilidades y liderazgo necesarios para convertir las tecnologías emergentes en beneficios operativos duraderos.
3. Abordar las brechas de liderazgo y capacidad que amenazan la resiliencia a largo plazo
La conversación sobre la fuerza laboral suele centrarse en la contratación, pero las brechas más grandes podrían estar en quiénes se contratan y cómo se desarrollan.
Las habilidades de liderazgo y gestión (67%) encabezan la lista de capacidades demandadas, seguidas por la experiencia en ingeniería (41%), el conocimiento teórico (29%) y las habilidades blandas (27%). Sin líderes capacitados que gestionen la modernización, orienten a los equipos e impulsen la colaboración interfuncional, los esfuerzos de transformación de la red se estancarán.
A medida que las empresas de servicios públicos se preparan para 2026, las inversiones más inteligentes podrían no estar únicamente en el equipamiento, sino en desarrollar la próxima generación de líderes capaces de gestionar la complejidad, escalar la innovación y garantizar la confiabilidad a largo plazo.
El futuro de la red no es solo cuestión de tecnología. Se trata de las personas que la planifican, la construyen y la operan todos los días.
Las empresas de servicios públicos que hoy prioricen la preparación de la fuerza laboral, el desarrollo del liderazgo y la resiliencia operativa estarán mejor posicionadas para prosperar mañana.
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